La consagración es dar mi vida a Dios para que Él haga su voluntad en vez de la mía. Significa que presente mi cuerpo como un «sacrificio vivo» a Él. 1 Cr. 29:14 Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos»
Autor: Pastor Pedro Chandía Fecha: 17 Diciembre 2017