Pero hay otro tipo de herencia que es más valiosa, y aunque no se puede ver, contar, dimensionar o medir, y me refiero a la herencia espiritual es un regalo que no tiene precio, que todos los que hemos conocido a nuestro Señor Jesús la podemos dejar a nuestros hijos y nietos, primos, sobrinos hermanos, etc. Salmo 119:14 «Me he gozado en el camino de tus testimonios más que de toda riqueza».
Autor. Pastor Pedro Chandía O. Fecha: 15/Junio/2014