Anteriormente dijimos que Dios quiere y desea que sus hijos maduren y crezcan. Dios también espera que su nuevo hijo se desarrolle en la vida espiritual, hasta ver cambios positivos en sus actitudes y en su comportamiento, en su forma de actuar y de pensar, que ya no sea un niño fluctuante. Efesios 4:14
Autor: Pastor Pedro Chandía O. Fecha 19 Julio 2015